domingo, 7 de marzo de 2010

Domingo, 7 de marzo de 2010

Jesús dijo: “Mi gente, sé que necesitan amar a todos, incluso a aquellos que están a favor del aborto. El verdadero problema es que no debería ser una opción matar a un bebé inocente en el vientre. Esto va en contra de Mi Quinto Mandamiento de no matarás. Algunos sienten vergüenza de tener un hijo fuera del matrimonio, pero es aún más vergonzoso para el cielo matar a un infante. Esta es una batalla por la vida contra aquellos que quieren matar la vida. Hay protestas en Washington, D.C., protestas en Planned Parenthood, y consejería para mujeres embarazadas. Los centros de ayuda para mujeres también pueden aliviar cualquier dificultad para tener a sus hijos. Pueden rezar para detener el aborto y escribir a sus representantes gubernamentales para desalentar el pago de abortos con dinero de los impuestos. El diablo odia al hombre, y anima a la gente a matar a sus hijos, matar a los ancianos y causar guerras. Es un plan de los malvados para reducir la población de cualquier manera que puedan. Esta es la batalla por la vida en la que están, y cualquier medio legal que puedan utilizar para detener los abortos está abierto a su acción. Si no hacen nada para detener los abortos, están cometiendo un pecado de omisión. Extiendan la mano para amar y educar a la gente sobre el valor y la preciosidad de la vida que Yo creo.”

Jesús dijo: “Mi gente, cuando enseñé a Mis apóstoles Mis Evangelios, les pedí que Me siguieran, y este es el significado de la huella. De la misma manera, quiero que enseñen a sus hijos la misma fe que enseñé a Mis apóstoles. No solo les enseñan con palabras, sino que también les enseñan con sus acciones en cómo llevan sus vidas. Sus hijos notan cómo rezan antes de las comidas, cómo rezan sus rosarios durante el día, y cómo van a Misa todos los días. Enseñen a sus hijos también cómo necesitan que se les perdonen sus pecados cada mes en la Confesión. Al dejar que sus hijos vean sus acciones, pueden hacer de la oración una parte de sus vidas también. Asegúrense de que sus hijos asistan a una instrucción religiosa adecuada y tengan cuidado con lo que les enseñan. También asegúrense de que tengan una conciencia debidamente formada para que sepan lo correcto de lo incorrecto por lo que Yo enseño. Incluso después de que sus hijos hayan crecido hasta la edad adulta, necesitan advertirles contra vivir juntos en pecado antes del matrimonio. También continúen aconsejándoles que necesitan continuar yendo a Misa los domingos. Infórmenles de una manera amorosa porque les preocupa tener sus almas salvadas en el cielo. Son responsables de las almas de sus hijos e incluso de sus nietos. Cuando se presenten ante Mí en su juicio, tendrán que rendir cuentas de cómo guiaron a sus hijos en su educación religiosa. Ellos tienen libre albedrío, pero necesitan una formación religiosa adecuada.”