jueves, 16 de agosto de 2018

Jueves, 16 De Agosto De 2018

Jueves 16 de agosto de 2018: (San Esteban de Hungría)

Jesús dijo: «Pueblo mío, el Evangelio de hoy trata de buscar Mi perdón por vuestros pecados en la Confesión. Se ve verdaderamente en la oración de Mi 'Padre Nuestro' que di a Mis apóstoles. A un siervo se le perdonó una enorme deuda, pero no quiso perdonar una deuda menor de un consiervo que le suplicaba misericordia. Así que aquel primer siervo tuvo que pagar toda la deuda en Mi justicia. Pueblo mío, en la vida tenéis dos cuentas. Por un lado, tenéis un almacén de bienes, y por otro, una lista de deudas o facturas que tenéis que pagar con vuestro trabajo. En tu vida espiritual ocurre algo parecido. Tú almacenas tu tesoro de buenas acciones en el cielo, mientras que Yo guardo una lista de tus pecados o deudas espirituales que debes reparar. Llamo a todos Mis siervos fieles para que sean capaces de perdonar a todos, tanto a los que os aman como a los que son vuestros perseguidores o enemigos. No es fácil perdonar a las personas que os han hecho daño de alguna manera, pero debéis perdonarlas con amor de corazón todo el tiempo, igual que Yo perdono todos vuestros pecados. Incluso con las almas del purgatorio, cuando se perdona un pecado más grave, esa alma da las gracias con más alegría. Así, en la vida, cuando perdonas deudas mayores a alguien, esa persona agradece más tu generosidad. Cuando haces un gran donativo a una causa digna, recibirás más agradecimiento del receptor, y tú recibirás un gran tesoro en el cielo. Así que sé capaz de perdonar a todos de corazón, para que puedas crecer en tu perfección para tu juicio».

Jesús dijo: «Pueblo mío, te estoy mostrando en la visión una señal del final de los días. Por un lado estáis viendo un rebaño de ovejas que representa las almas de Mis verdaderos fieles que serán llevadas al cielo. En el otro lado estáis viendo un rebaño de cabras que representa a las almas que se perderán, y caerán en el abismo del infierno. En el juicio separaré a Mis ovejas de las cabras de Satanás. Esto es verdaderamente un signo del fin de los tiempos. Estos terrenos (en el monasterio) serán un refugio para el final de los días, porque esta fraternidad de San Benito José Labre ha sido fiel a Mi Palabra y a Mi llamada. Durante la tribulación, los tres arcángeles de esta Capilla custodiarán estos terrenos de los malvados con un escudo invisible. Prepárate para recibir a muchas personas que vendrán aquí en busca de protección durante la tribulación. Entonces multiplicaré todos los alimentos, el agua y los combustibles para sus necesidades. Si no lo has hecho, estos mismos ángeles terminarán tu segundo monasterio y una capilla más grande. Si es necesario, Mis ángeles multiplicarán vuestros edificios para dar cabida a toda la gente que vendrá aquí. Tendrás sacerdotes para la Misa, la Confesión y la Adoración. Alabadme y dadme gloria por haber realizado todo esto en el momento oportuno».